Disfrute de una entrada sin colas al famoso castillo y admire sus importantes pinturas decorativas renacentistas y sus majestuosas estatuas. Desde su terraza, tendrá una vista espectacular de la Ciudad Eterna.
Construido alrededor del año 123 d. C. como tumba del emperador Adriano y su familia, el Castillo de Sant'Angelo acompañó, durante casi dos mil años, el destino y la historia de la capital. De sepulcro a puesto fortificado, de oscura prisión a espléndida residencia renacentista, de prisión del Risorgimento a museo, el Castillo de Sant'Angelo encarna la historia de la Ciudad Eterna, donde el pasado y el presente parecen inextricablemente unidos.
Fundado como museo de recuerdos de guerra y militares, como armas y uniformes, en las últimas décadas el espacio expositivo del Castel Sant'Angelo se ha enriquecido con una impresionante colección de cerámica (con ejemplos que datan del siglo XV al XVIII) y un interesante grupo de esculturas medievales y modernas.