Terezín es un lugar para la reflexión, marcado para siempre por su oscuro pasado. Situado a unos 50 km al norte de Praga, este antiguo gueto y campo de concentración nazi es un testimonio imborrable de la tragedia judía durante la Segunda Guerra Mundial.

La construcción de la fortaleza militar de Terezín comenzó en 1780 con el objetivo de proteger los puentes sobre los ríos Ohře y Elba de las tropas prusianas que invadían Bohemia desde la vecina Sajonia. Sin embargo, durante ese período, no tuvo lugar ninguna batalla, y la fortaleza pasó a la historia por haber sido un gueto, prisión y campo de concentración de la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial.

En 1940, bajo el terror nazi, las cárceles estaban llenas y la Gestapo estableció una nueva prisión en Terezín. La mayoría de los prisioneros, principalmente checos, fueron arrestados por actos de resistencia al régimen nazi. En 1941, Terezín, también conocido por su nombre alemán “Theresienstadt”, se convirtió en un gueto y campo de concentración judío.

Aunque no era un campo de exterminio, alrededor de 150 000 hombres, mujeres y niños judíos pasaron por Terezín de camino hacia Auschwitz y otros campos de concentración en Europa. Lamentablemente, de estos, aproximadamente 33 000 prisioneros murieron a causa del hambre, las enfermedades y las malas condiciones de vida.

Visita el memorial de Terezín dedicado a las víctimas del Holocausto para rendir homenaje a su inquebrantable coraje y espíritu de supervivencia. Realiza una visita guiada para profundizar en la historia de la fortaleza, su uso durante la ocupación nazi, y aprende sobre su triste historia mientras caminas entre los barracones, el crematorio y el cementerio.

Acércate al museo del gueto, que alberga una exposición permanente sobre las precarias condiciones de vida de los prisioneros judíos en el campo de Terezín. Las barracas de Magdeburgo también merecen una visita. En ellas es posible ver ropa y artefactos originales, así como las viviendas de los que lucharon por sobrevivir en el gueto judío.

Es posible llegar a Terezín en coche o en transporte público desde Praga. Los autobuses salen del centro de Praga varias veces al día y el viaje dura aproximadamente una hora. Para mayor comodidad y para conocer más a fondo la historia del campo de concentración, las excursiones con transporte incluido son una excelente opción.

La fortaleza de Terezín tiene varias secciones con diferentes horarios de apertura, aunque la mayoría están abiertas de 09:00 a 18:00 en verano, y de 09:00 a 17:00 en invierno.