Dónde ir
Republica Checa
Qué hacer en Praga
Praga es una ciudad con un encanto antiguo, majestuoso, romántico y nostálgico. La capital de la República Checa atrae a millones de visitantes cada año y es uno de los destinos turísticos más populares de Europa Central. Durante tu viaje podrás admirar una gran variedad de estilos arquitectónicos, desde el modernismo, el barroco y el cubismo hasta el gótico, el neoclasicismo y el ultramodernismo. A continuación, te contamos cuáles son las atracciones imprescindibles en Praga, incluyendo el Reloj Astronómico, el Puente de Carlos y el río Moldava. Las 6 mejores cosas que hacer en Praga: 1. Explora el centro histórico Para disfrutar al máximo de una ciudad tan antigua como esta, hay que empezar por su centro histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1992. Haz una visita guiada por la Ciudad Vieja de Praga y déjate maravillar por toda la belleza que te rodea. Aquí se encuentra la Plaza de la Ciudad Vieja, rodeada de magníficos edificios, cafeterías, tiendas y galerías. Las agujas góticas de la iglesia de Nuestra Señora de Tyn dominan la plaza, junto con la iglesia barroca de San Nicolás y el Antiguo Ayuntamiento, con su famoso Reloj Astronómico. 2. Admira el Reloj Astronómico Admirar el Reloj Astronómico en la Plaza de la Ciudad Vieja es toda una experiencia en sí misma, y una actividad imprescindible en Praga. El reloj, que data de 1410, es el reloj astronómico en funcionamiento más antiguo del mundo. Se encuentra en la pared sur del Antiguo Ayuntamiento y consta de tres partes. La esfera astronómica no solo marca las horas del día, sino que también indica la posición del sol y la luna. El calendario circular representa los meses del año. Y luego están las figuras de los doce Apóstoles que aparecen a cada hora. Después de ver el reloj, entra en la torre y coge el ascensor hasta el mirador de la cima. Disfruta de las hermosas vistas a la plaza con sus coloridas fachadas y a los alrededores de la misma. 3. Visita el Castillo de Praga El Castillo de Praga data del siglo IX y es el símbolo nacional de la República Checa. Este enorme complejo monumental, con edificios eclesiásticos, torres, fortificaciones y un monasterio, fue originalmente la residencia de príncipes y reyes, y, desde 1918, es la sede de la República. Es el mayor castillo antiguo del mundo y la mayoría de sus edificios están abiertos al público. El área del castillo está dominada por la catedral gótica de San Vito, la iglesia más grande y espléndida de Praga. Al estar ubicado en una pequeña colina, el castillo forma parte del paisaje urbano de la ciudad y ofrece a los visitantes unas vistas increíbles de la capital checa. Da un paseo por el Callejón del Oro, cuyas pintorescas casas fueron hogar de alquimistas y orfebres. 4. Cruza el Puente de Carlos Cruzar el romántico Puente de Carlos es otra actividad muy popular en Praga. Este puente de piedra de estilo gótico data de 1357 y tiene 516 metros de longitud. El puente sobre el río Moldava conecta el centro histórico con el barrio de Malá Strana. Fue encargado por Carlos IV y diseñado por el arquitecto Petr Parler. Al ser peatonal, podrás recorrerlo con calma mientras admiras las 30 estatuas que lo han hecho famoso en el mundo entero. 5. Haz un crucero por el río Moldava También merece la pena ver Praga desde el agua. Durante un paseo en barco por el río Moldava podrás relajarte mientras admiras las atracciones más destacadas de la ciudad. Navegando por el río podrás ver algunos de los dieciocho puentes de Praga, la famosa Isla Kampa y la Casa Danzante, símbolo de la Praga moderna. Hay una gran variedad de experiencias disponibles, desde paseos en barco durante 1 hora hasta cruceros al atardecer con música y cena incluida. 6. Profundiza en la historia de la comunidad judía En Praga hay muchos lugares de interés que permiten conocer a fondo la historia de la comunidad judía. Algunos de ellos son el cementerio judío más antiguo de Europa, varias sinagogas y la casa natal de Franz Kafka. En ocasiones, las visitas guiadas por el barrio judío incluyen la entrada al Museo Judío, que alberga más de 40 000 objetos de la comunidad judía de Bohemia. A una hora en coche de Praga se encuentra el campo de concentración de Terezín (Theresienstadt en alemán), una antigua fortaleza militar transformada en campo de concentración durante la Segunda Guerra Mundial. No dejes de visitar el Museo del Gueto y el monumento a las víctimas del Holocausto.