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Qué hacer en Fuerteventura
Fuerteventura, la segunda isla más grande de Canarias, es el destino ideal para los amantes de la playa y la naturaleza. Tiene nada más y nada menos que 150 km de playas de arena, que incluyen desde larguísimos arenales hasta pequeñas calas recónditas. Además, los paisajes son tan variados que podrían servir de escenario para una película de ciencia ficción: dunas, oasis con palmeras y hasta 24 volcanes. Y por si esto fuera poco, a lo largo de la isla hay un montón de pueblos coloniales llenos de encanto esperando a que los descubras. Las seis mejores excursiones y actividades en Fuerteventura 1. Explora el parque natural de Jandía y el parque natural de Corralejo El parque natural de Jandía es una zona desértica protegida situada en la península de Jandía, en el sur de la isla. Este paisaje de contrastes, con un arco montañoso y grandes extensiones de arena y dunas, es el destino perfecto para una excursión en 4x4. La misteriosa villa Winter y el Pico de la Zarza son dos lugares ideales para hacer un alto en el camino y sacar algunas fotos. Las dunas del parque natural de Corralejo son las más grandes del archipiélago canario y albergan especies animales y vegetales endémicas que no verás en ningún otro lugar. En el límite sur del parque, el volcán Montaña Roja quizás te recuerde al planeta Marte. Sin duda, realizar una excursión de un día a ambos parques es una actividad imprescindible en Fuerteventura. 2. Visita la isla de Lobos A tan solo unos minutos al norte de Fuerteventura, la isla deshabitada de Lobos tiene todo lo necesario para disfrutar de un día lleno de diversión. Esta pequeña joya natural ofrece muchas posibilidades para practicar deportes acuáticos. Coge las gafas, el tubo y las aletas y lánzate al agua para nadar junto a meros, peces damisela, peces loro y pulpos, entre otras especies marinas. Recuerda que, para visitar la isla de Lobos, es necesario reservar una excursión con al menos cinco días de antelación. Es una actividad muy popular, por lo que te recomendamos planificar con tiempo la excursión para que no te quedes sin plaza. 3. Disfruta de actividades acuáticas Con tantos kilómetros de costa bañada por el océano Atlántico, en Fuerteventura no te faltarán ocasiones para realizar alguna actividad acuática. Tanto si eres un principiante como si tienes experiencia, las excursiones para practicar buceo o esnórquel son una actividad imprescindible. Acompañado de guías expertos, podrás adentrarte en el mundo submarino y nadar entre peces, rayas y, si tienes suerte, incluso caballitos de mar. También es posible reservar excursiones en catamarán o paseos en barco para avistar delfines. 4. Pasea por las Salinas del Carmen Una de las atracciones más populares de Fuerteventura son las Salinas del Carmen, las únicas de la isla que todavía siguen en funcionamiento. Se encuentran en la costa este, cerca de Antigua, y cuentan con un almacén, la casa del que fuera propietario en 1910, los restos del antiguo muelle y un museo. Durante tu visita, aprenderás sobre la importancia de la industria salinera en la historia de Fuerteventura y, si te apetece ponerte manos a la obra, podrás convertirte en salinero por un día. 5. Descubre la cocina tradicional canaria La tradición gastronómica de Fuerteventura está considerada como una de las más auténticas de las islas Canarias. El queso majorero, elaborado con leche de cabra majorera, una raza autóctona de la isla, es especialmente popular. Si quieres comer en restaurantes tradicionales, acércate a la histórica Betancuria o al pueblo pesquero de Ajuy, donde podrás degustar el pescado más fresco. 6. Admira las iglesias y los molinos de viento de Fuerteventura Aparte de los volcanes, otra imagen típica de Fuerteventura son sus iglesias encaladas y sus molinos de viento. Las iglesias más bonitas se encuentran en Antigua, Betancuria, La Oliva y Pájara, mientras que los molinos más fotogénicos están en Puerto Lajas, Villaverde y Llanos de la Concepción. Construidos antiguamente en zonas ventosas para moler el grano tostado del gofio, muchos de ellos han sido completamente restaurados en los últimos años y se han convertido en auténticas atracciones turísticas.
