Aíslese en una isla en el Mar Negro con un viaje de 40 minutos desde el puerto de Burgas hasta la isla de Santa Anastasia.
La isla de Santa Anastasia se está convirtiendo en un destino de la región y en una importante atracción en la costa búlgara del Mar Negro después de ser completamente restaurada y renovada en el marco de un proyecto europeo.
La isla estuvo habitada por monjes en el siglo XIV; los piratas incendiaron repetidamente los edificios del monasterio; y en 1923, el gobierno la convirtió en prisión para opositores al régimen. En 1945, los prisioneros fueron enviados de nuevo a la isla, esta vez por el nuevo "poder del pueblo". Toda la turbulenta historia de la isla se conservará y exhibirá en el edificio del antiguo monasterio.
Hoy, tras la restauración y reconstrucción, no quedan rastros de este dramático pasado. Todo parece un complejo etnográfico, pero como si se tratase de una isla en el mar. Incluso el agua de lluvia de los tejados se drena mediante canalones de tejas hacia un pozo. El monasterio se ha convertido en un museo y un complejo hotelero con habitaciones para alojar a los turistas, diseñadas con el espíritu del lugar y construidas con materiales auténticos: madera y piedra.
La iglesia de la isla es el edificio más antiguo. Data del período comprendido entre los siglos XII y XIV. Es famosa por sus singulares tallas de madera. Algunos frescos, también del siglo XIV, han sido restaurados.
Otro detalle interesante del nuevo destino turístico es "Lekarna" ("Lugar de Curación"), un pequeño jardín en la azotea. Si lo desea, puede seleccionar y recolectar usted mismo las hierbas con las que preparará su té. El Monasterio de Lekarna ofrece licores especiales, típicos de la región: mezclas de frutos silvestres y miel, según una receta del monasterio. Estas especias también se utilizan en una de las recetas del restaurante de la isla. Además, la mayor plantación natural de mejillones se encuentra alrededor de la isla de Santa Anastasia.