Este espacio natural de la península ibérica, situado en las provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz, tiene una belleza natural y una biodiversidad únicas. El parque nacional de Doñana es refugio de especies en peligro de extinción, como el águila imperial y el lince ibérico, y ofrece un entorno ideal para los amantes de la naturaleza.

En sus más de 54 000 hectáreas confluyen varios ecosistemas (dunas, cotos, marismas, playas...). Las marismas son el ecosistema más extendido del parque nacional, de hecho, ocupan unas 27 000 hectáreas. El paisaje de esta zona húmeda, de vital importancia para la migración de las aves europeas y africanas, varía mucho dependiendo de la estación del año. Así, mientras que en otoño y en invierno está cubierto de agua, en primavera se cubre de flores y en verano asemeja un desierto.

Gracias a este variado ecosistema, Doñana cuenta con una flora muy diversa, con más de 1300 especies catalogadas a día de hoy. Aunque predomina la flora mediterránea, pueden encontrarse ejemplares de plantas atlánticas, íberoafricanas, eurosiberianas, e incluso especies que solo existen en algunas zonas específicas del parque.

Su valor faunístico también es incuestionable, ya que acoge un elevado número de especies animales: 400 especies diferentes de aves, aproximadamente 50 de mamíferos y más de 70 de peces, por mencionar algunas.

La mejor forma de visitar este entorno natural único es de la mano de un guía local. En la actualidad, hay una gran variedad de tours, excursiones y visitas guiadas al parque nacional de Doñana, muchas de ellas con transporte incluido, para que no tengas que preocuparte de nada.