En el horizonte de Oporto destacan numerosos monumentos famosos, y en especial la Torre de los Clérigos. La iglesia de los Clérigos y su torre comenzaron a construirse en el año 1754. El encargado del proyecto fue el arquitecto italiano Niccolò Nasoni, quien siguió el estilo arquitectónico barroco. La construcción se dio por terminada en 1763, con la colocación de una cruz de hierro en la parte superior y una imagen de San Pablo sobre la puerta.

Con una altura de 75 metros y 6 plantas, la Torre de los Clérigos no solo es uno de los monumentos más distintivos e importantes de la ciudad, sino también uno de los más altos de todo el país. Desde la parte superior de la torre, se puede disfrutar de una vista increíble a la ciudad de Oporto. Para llegar a la torre del reloj y admirar la bella panorámica, será necesario subir unos 200 escalones.

La torre, el museo y la iglesia conforman el conjunto arquitectónico Clérigos, el cual forma parte de la Hermandad de los Clérigos, una asociación de fieles fundada con el fin de prestar asistencia al clero. En 1910, el conjunto fue declarado Monumento Nacional. La torre ha sido sometida a un proceso de restauración en los últimos años, y actualmente los visitantes pueden acceder a ciertas partes a las que anteriormente el público no tenía permitida la entrada.