El Alcázar de los Reyes Cristianos es uno de los monumentos más importantes de Córdoba, y uno de los más visitados de la ciudad junto con la Mezquita y la Sinagoga.

La construcción del complejo defensivo actual fue ordenada por el rey Alfonso XI de Castilla en el año 1328, aunque durante su larga historia desempeñó múltiples funciones: sede de la aduana durante la época romana, parte del alcázar omeya durante el período califal, sede de la Inquisición en la Edad Moderna e incluso cárcel entre los años 1822 y 1931.

En esta fortaleza pasaron más de ocho años los Reyes Católicos y desde aquí dirigieron la campaña contra el Reino de Granada. Además, en la Torre del Homenaje fue dónde Cristóbal Colón solicitó fondos para su aventura marítima en el año 1486.

Aparte de la Torre del Homenaje, es posible visitar las otras 3 torres: la Torre de los Leones, la Torre de la Paloma y Torre de la Inquisición, que acogía el archivo del Tribunal de la Santa Inquisición.

Durante el recorrido por el Alcázar de los Reyes Cristianos, los visitantes podrán ver un sarcófago romano del siglo III realizado en mármol de Carrara, el Salón de los Mosaicos, el Patio de las Mujeres con restos arqueológicos de la época romana, o los baños que el rey Alfonso XI mandó construir para su amante, entre otros lugares de interés.

Pero, sin duda, uno de los mayores atractivos de este monumento son los magníficos jardines y patios de inspiración mudéjar. Estos jardines, organizados en terrazas de diferentes niveles, se encuentran en los terrenos que ocupaban antiguamente las Huertas del Alcázar, abarcando una superficie de aproximadamente 30 000 m².

El Alcázar de los Reyes Cristianos fue declarado Bien de Interés Cultural en 1931, pero éste no es su único reconocimiento oficial. La fortaleza se encuentra en el centro histórico de Córdoba, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994.