Por la mañana, vaya a ver Belém, un enorme monumento al aire libre que alaba el período de los Descubrimientos, donde las carabelas una vez se fueron al Nuevo Mundo. Aquí verá la Torre de Belém sentada a orillas del río Tajo, y el imponente Monasterio de los Jerónimos, ambos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y dos de las '7 Maravillas de Portugal' que han dominado este paisaje durante 500 años. Luego, dirígete a un nuevo mirador en la ciudad, ubicado junto al icónico puente que cruza el río Tajo. Observe las increíbles vistas desde la cima y vea toda la costa hasta Cascais. Cuando bajes, ponte unas gafas de realidad virtual para una experiencia de realidad virtual increíble como trabajador de mantenimiento. ¡No mires hacia abajo! Luego, cruza el puente y dirígete a Cacilhas para un almuerzo tradicional portugués. Antes de regresar a Lisboa, haga una parada rápida en el mejor mirador de la ciudad. La estatua del Cristo Rei está de pie sobre un acantilado a 133 m sobre el nivel del mar. Tome fotos dignas de Instagram y vea las impresionantes vistas desde la otra orilla del río. Antes de dejar en el centro de la ciudad, haga una parada final en otro punto de vista, que está menos concurrido y aprenda sobre un área menos conocida de Lisboa.